Los cambios de clima del otoño pueden llevar a la aparición de distintos virus que producen resfriados, una afección evitable con una serie de pasos.
Parece que nadie está de exento de padecer un resfrío por lo menos una vez al año. De hecho, los especialistas señalan que la prevalencia en niños es de 6 a 10 veces en cada lapso de doce meses y en los adultos de hasta 2 a 4 en promedio. Un mal que no tiene época, pero que se repite más a medida que se alejan los días de calor y se acerca el invierno, como consecuencia del hacinamiento y la menor ventilación de los ambientes cerrados.
El método de prevención más efectivo es prescindir del contacto físico. Los virus del resfrío lo diseminan aquellas personas resfriadas a través de las secreciones que dispersan al toser o estornudar. Estas secreciones pueden transmitirse en forma directa o por medio de los objetos donde se depositó el virus.
Lavado regular de las manos con agua y jabón
No tocarse la boca o la nariz sin el lavado previo de las manos
Alejarse de las personas enfermas de resfrío
Ventilar los ambientes a diario
En caso de resfriado, quedarse en la casa en reposo
Evitar el contacto con otras personas
Alejarse para toser o estornudar
Usar pañuelo descartable
Cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar con la manga o con pañuelo el descartable que se debe desechar inmediatamente
Lavarse las manos después de toser o estornudar
Desinfectar las superficies y objetos con los que se esté en contacto permanentemente
Ventilar los ambientes de la casa
Fuente: http://www.infobae.com/