Tras la instancia realizada en el Gran Mendoza, la Unidad de Acción Preventiva (UAP) llevó adelante en San Rafael una nueva etapa de formación destinada a choferes policiales de la zona Sur. La capacitación, que combina teoría, prácticas exigentes y tecnología aplicada a la conducción táctica, apunta a reforzar las habilidades de quienes conducen móviles en contextos de riesgo.
Durante cuatro días, 16 efectivos de San Rafael, General Alvear y Malargüe participaron en prácticas y contenidos teóricos dictados por instructores de la UAP. El programa, vigente desde hace tres años y desarrollado en toda la provincia, tiene como finalidad estandarizar criterios de conducción táctica y fortalecer la respuesta operativa.
Luis Fuentes, principal del Cuerpo Motorizado de Prevención (CUMOT) e instructor del curso, explicó que el objetivo es exponer a los choferes a maniobras “defensivas, ofensivas y evasivas” en un entorno controlado. Señaló que se busca llevar al efectivo “al límite” para mejorar su capacidad resolutiva y acercar la práctica a escenarios reales.

Cuatro días de prácticas intensivas
La actividad comenzó el lunes en el auditorio de la Cruz Roja de San Rafael, donde los cursantes recibieron la documentación inicial y una introducción a técnicas de manejo. Personal de Logística brindó una charla sobre equipamiento y mantenimiento. Por la tarde, se ejecutaron prácticas de eslalon, abordaje seguro al vehículo, posicionamiento operativo y armado de zonas de seguridad.
El martes, la capacitación integró teoría y práctica. La Policía Vial dictó una charla sobre conducción preventiva y defensiva en contexto policial, mientras que personal de Motorizada trabajó sobre cápsulas, acompañamientos y comunicación durante los desplazamientos. Luego, la Jefatura de la UAP desarrolló un módulo técnico sobre mantenimiento preventivo y diagnóstico de fallas en unidades operativas. Por la tarde, en el Autódromo ASA, comenzaron las maniobras más exigentes: eslalon con variaciones de velocidad, cambios de carril y ejercicios combinados. Los instructores destacaron una mejora evidente en tiempos de respuesta y control del vehículo.
El miércoles, la formación regresó al circuito. Los participantes abordaron sistemas de frenos, diferencias entre frenos hidráulicos y ABS, y frenado controlado en línea recta. También realizaron ejercicios de esquive en velocidad, reacción ante obstáculos y prácticas progresivas de cápsulas y acompañamientos. Se remarcó la cohesión del grupo y la rápida adaptación a las correcciones.

Un piloto profesional a cargo de la jornada final
El jueves el curso concluyó con la instrucción del piloto profesional Gerardo Rodríguez, quien trabajó con los efectivos en técnicas de conducción de alta exigencia. La jornada incluyó trazado de curvas, puntos de frenado, transferencia de masas, control de derrape y correcciones ante pérdida de adherencia. Su participación permitió trasladar al ámbito policial técnicas propias del automovilismo, aplicadas a escenarios donde la velocidad y la precisión pueden resultar determinantes.
Balance y continuidad del programa
De acuerdo con los instructores, los 16 cursantes mostraron disciplina, concentración y una evolución constante a lo largo de las prácticas. El curso cumplió los objetivos previstos y evidenció mejoras generalizadas en la conducción táctica. El programa continuará replicándose en otros departamentos de la provincia en los próximos meses, con el propósito de alcanzar a todos los choferes que cumplen funciones al volante de móviles operativos.






