Se establecieron acciones para el control fitosanitario de la plaga Lobesia botrana

Categoría: Politica Escrito por Sergio Miranda

Las reuniones técnicas contaron con la presencia de autoridades nacionales y provinciales del Senasa, y productores de uva de la región.

San Juan – En el marco de su Programa Nacional de Prevención y Erradicación Lobesia botrana (PNPyE Lb), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) coordinó encuentros técnicos con autoridades y organismos sanitarios provinciales, autoridades nacionales y productores vitivinícolas de Mendoza y San Juan para planificar la campaña productiva 20222023.

“En cada inicio de campaña es importante analizar la situación previa para coordinar y cooperar entre el sector público y sector privado, que es la única manera que tenemos de disminuir la población de Lobesia botrana y los daños que la plaga genera” afirmó el director nacional de Protección Vegetal del Senasa, Diego Quiroga.

En San Juan se organizó un encuentro en las instalaciones del Centro Regional Cuyo del Senasa al que asistieron Quiroga; el ministro de Producción y Desarrollo Económico Provincial, Ariel Lucero; y autoridades del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen).

También, estuvieron presentes el director del Centro Regional Cuyo del Senasa, Sergio Rossi; el coordinador regional de Protección Vegetal, Carlos Bontcheff Mineff; y agentes del equipo técnico del PNPyE Lb.

Durante el encuentro se presentaron los resultados alcanzados de la campaña productiva 2021-2022 y se detallaron a las acciones de control fitosanitario a implementarse en la presente campaña productiva 2022-2023.

Por su parte, productores, empacadores y exportadores de Mendoza y San Juan transmitieron sus inquietudes a los organismos sanitarios presentes y tomaron conocimiento de las medidas fitosanitarias planificadas para la campaña productiva 2022/2023.

“El objetivo que tenemos en cada inicio de campaña es poder coordinar acciones con la comunidad científica, con el Senasa, con el INTA, y por supuesto con el sector productivo, para contrarrestar los daños de la plaga y defender esta actividad regional tan importante” señaló el director de Sanidad Vegetal, Animal y Alimentos de la provincia de San Juan, Luis Kulichevsky.

En la misma línea y para continuar con la agenda, en la ciudad de Mendoza se llevó a cabo otra reunión de la Comisión Técnica Asesora de Lobesia botrana, convocada por el Senasa, en la que participaron agentes del Iscamen, del Ministerio de Producción de San Juan y de los institutos nacionales de Vitivinicultura (INV) y de Tecnología Agropecuaria (INTA). 

El encuentro contó también con la presencia del sector privado, con representantes de entidades vitivinícolas de Bodegas de Argentinas, el Centro de Viñateros y Bodegueros, la Cooperativa Nueva California, la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), la Unión Vitivinícola Argentina y productores particulares.

Las asociaciones agradecieron la invitación para participar de la mesa de trabajo colectiva y escucharon atentamente a los interlocutores de las instituciones sanitarias provinciales y nacionales respecto al comportamiento de la plaga en las últimas campañas productivas, el estado de situación, sus estrategias de trabajo y proyecciones en cada zona.

La puesta en común detalló las capturas acumuladas por campaña productiva en cada una de las generaciones de la plaga en las diferentes regiones, a fin de poder establecer un plan de control fitosanitario para la campaña productiva 2022-2023.

Entre las medidas fitosanitarias a implementar, se incluyen la colocación de emisores de feromonas para la implementación de la Técnica de Confusión Sexual (TCS), aplicaciones de productos fitosanitarios de manera aérea y terrestre y aplicaciones aéreas de feromonas floables.

Cabe destacar que las autoridades nacionales, provinciales y asociaciones privadas vitivinícolas y de uva de mesa celebraron este encuentro, con el objeto de continuar las acciones de control fitosanitario, evitar su dispersión y reducir los daños que genera en la calidad y volúmenes de producción la polilla de la vid.